En Buenos Aires, Matilde organiza la cena de Pesaj. Es hija de turcos, con apellido español y es parte de una de tantas familias que huyeron de Turquía escapando de crisis, guerras o persecuciones.
Pesaj es una tradicional celebración de la libertad. Cocinando rememora el éxodo que los liberó de la opresión del faraón, la expulsión de España y el continuo de migraciones y exilios.
En esta cena se come la tradicional mina, como le llaman los sefardíes a la tarta hecha con matzá y acelga.
Son momentos en los que desfilan por su mente las historias familiares y, junto con las bromas del presente, evoca anécdotas compartidas con parientes y amigos, antepasados y descendientes.
Mientras Matilde continúa preparando, suenan en el reproductor esas músicas andaluzas, el flamenco y el cante jondo que tanto le gustan a su familia. A pesar de los siglos siguen resonando en algún lugar de sus recuerdos. Tal vez, hoy en día, ser sefardí consiste en eso, en sostener la persistencia de esas memorias.
-----------------------------------------------------------------------------------------------
Patricia Krebs ilustró este relato que escribí y lo presentamos en el VIII Concurso de Microrrelato Ilustrado de la Universidad de Jaén (España) donde estuvo entre los seleccionados y expuestos públicamente.





