Varias décadas después comenzaron a aparecer chips con aplicaciones no médicas. Una de las primeras servía para leer el pensamiento. Fue obligatorio en las causas penales graves. Se le implantaba al sospechoso para leer sus pensamientos durante los interrogatorios judiciales. Resultaron mucho más eficientes que los antiguos polígrafos o detectores de mentiras, mejorando de forma asombrosa la eficiencia de la justicia penal.
También aparecieron aplicaciones de esparcimiento. Fueron desplazando de los mercados a los tatuajes y a muchos juegos digitales. Una de las más exitosas era "SAD", sigla que correspondía a "sueño a demanda". Prometía ser una solución para aquellas personas que no podían conciliar el sueño o tenían pesadillas desagradables. Todas las aplicaciones se comandaban de forma inalámbrica, a través de la trasmisión bluetooth, desde un teléfono celular, una tablet o una computadora notebook.
Mabel se asoció a una aplicación SAD y decidió probarla esa noche. En el menú del celular eligió "Sueños con gatos". Soñó toda la noche con unos gatitos encantadores. Se despertó feliz. A la noche siguiente seleccionó "Sueños con ballet". Durmió con una versión extraordinaria del Cascanueces. Despertó con una alegría desconocida. Había encontrado el remedio definitivo para sus insomnios y pesadillas. Pasó una larga temporada de sueños felices y buen humor al despertar.
Con el tiempo, como siempre, aparecieron los hackers de estos nuevos sistemas SAD. Los primeros fueron unos muchachos que, por diversión, cambiaban los sueños musicales o pastoriles por visiones de terror con monstruos o crímenes. Luego aparecieron los delincuentes que exigían dinero a cambio de dejar de enviar sueños de terror con tus familiares. Estos sueños, generados por inteligencia artificial, incluían a tus parientes en situaciones desesperadas, de vida o muerte. Algunas personas llegaron a suicidarse porque no tenían para pagar y no podían soportar esos sueños. Para mucha gente la única solución fue la quirúrgica. Se hacían extirpar el chip SAD y volvían a tener sueños naturales, algunos horribles y otros hermosos. Lo natural es así.
