Ese día Pancho estaba interesado en como se
genera la riqueza, las ganancias. Juan, que había trabajado en muchos ámbitos y
actividades, tragó saliva e intentó explicar en la forma más simple que podía.
—Mirá Pancho, a
veces te la complican pero voy a intentar explicártelo fácil. En general,
se obtiene ganancia a través de la venta de algún producto o servicio.
—¿Cuales serían los ejemplos de producto o servicio?
—Productos hay
muchos. Puede ser una manzana, una camisa o un auto. O sea algo material. Un servicio puede
ser una clase particular, el correo o la energía que nos mandan a través de los cables.
—Y el tema de
la ganancia ¿Como es?
—Bueno todos
los productos y servicios tienen un precio que paga el que los compra.
—Eso ya lo sé.
Pero ¿y la ganancia?
—Esperá un poco
que te explico. Ésta es la parte más complicada.
—Te escucho.
—El precio que
te cobran es para pagar muchas cosas. Por ejemplo materiales para hacer el
producto, sueldos de los trabajadores que lo elaboran, impuestos, energía
eléctrica y otros. Además, el precio incluye la ganancia del dueño de la empresa.
—Ah... ahí
entra el tema de la ganancia. ¿Y como son los valores de todas esas cosas?
—Es muy
variable según el tipo de empresa. Pero, para que te hagas una idea, te voy a
poner un ejemplo típico. Supongamos unos valores razonables que se dan en
muchas empresas. En el precio hay una décima parte para pagar a los
trabajadores y una décima parte para la ganancia del empresario. Los ocho
décimos restantes son para los materiales, la energía, los impuestos y otras
cosas que llamamos costos.
—Entiendo. O
sea que el dueño se lleva tanto como todos los empleados juntos.
—Si. Más o
menos así funciona la cosa.
—Por lo tanto
si tiene diez empleados el empresario se lleva diez sueldos, si tiene cien
empleados cien sueldos y si tiene miles...
—Se llevará
miles de sueldos.
—Mientras cada
empleado se lleva uno solo. No me parece muy justo que, sólo porque consiguió
plata para comprar las instalaciones gane eso.
—Bueno Pancho,
pero la cosa es así. Este es el sistema capitalista. Se llama así porque el
centro está en el capital, en la propiedad de las instalaciones. El dueño es el
que tiene el capital.
Pancho se queda pensando un rato mientras
Juan lo observa de reojo. Súbitamente se le ilumina la cara y comenta.
—Abuelo, yo
digo, si la empresa fuera propiedad de todos podría funcionar sin empresario y
con el mismo esquema. La parte que ahora se lleva el dueño, con el mismo
precio, permitiría que los trabajadores ganaran el doble. También podría
ser del empresario y que el estado limite su ganancia, o que el capital sea del
estado o de una asociación de los trabajadores o ...
Juan finge un acceso de tos para interrumpir,
haciendo tiempo mientras piensa una respuesta.
—Bueno...
todas esas ideas que vos mencionás han sido estudiadas ya desde hace un par de
siglos. Si estos temas te interesan te conviene aprender historia. Solamente te
advierto una cosa. Estas ideas no son bienvenidas por todos. Hay muchos
prejuicios y temores. Hablando de estas cosas te arriesgarás a recibir
calificativos como zurdo, comunista, socialista, peronista, anarquista y otros.
Son como escudos que pone mucha gente para no pensar en el fondo de la cuestión y evitar escucharte.
Pancho se queda
pensativo y escapa por una tangente.
—¿Otro mate
abuelo?